ste domingo, la Dirección Provincial de Energía (DPE) informó que se realizaría un corte programado del servicio eléctrico que afectaría a distintos barrios de Ushuaia hasta las 15 horas. Sin embargo, el restablecimiento del suministro se prolongó mucho más de lo previsto, y en algunas zonas recién se normalizó entrada la noche.
La DPE detalló que la interrupción obedecía a “tareas de mantenimiento y empalmes de nuevos suministros”, que requerían trabajos en media tensión. Si bien en el comunicado se anticipaban los sectores involucrados, la extensión del corte y la demora en la restitución del servicio generaron molestias en vecinos, comerciantes y usuarios domiciliarios que se vieron afectados por horas sin calefacción ni conectividad.
La jornada dejó al descubierto, una vez más, la fragilidad del sistema energético de la ciudad, que funciona con equipamiento obsoleto y sin margen para contingencias. A esto se suma la falta de respaldo estructural para cubrir la demanda creciente, especialmente en invierno, y el persistente silencio de Nación ante el reclamo por una nueva central termoeléctrica que permita reforzar la generación local.
Desde el Ejecutivo fueguino vienen advirtiendo que el proyecto, ya elaborado, se encuentra frenado por falta de acompañamiento nacional, lo que impide avanzar en una solución de fondo.